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El futuro del control de acceso es el acceso al futuro (de la gestión del espacio)

Un hombre entra en una oficina. Esta frase puede ser el comienzo de una multitud de situaciones diferentes. Escojamos un punto de vista particular, el tecnológico, o lo que es lo mismo: ¿cómo entró el hombre en la oficina? Es posible que haya entrado abriendo una puerta con una llave que le dio la empresa, o que se le haya permitido la entrada tras ser reconocido por el portero. Podría haber entrado antes en el edificio o podría haber entrado en coche pasando por una barrera abierta con una placa y aparcando su coche en el lugar reservado.

Buscar una llave, asegurar el acceso y asignar una plaza de aparcamiento son esfuerzos que suponen un coste. El orden de enumeración no es aleatorio, los costes aumentan desde la primera operación hasta la última. Si el lector es gestor de edificios, entenderá inmediatamente la naturaleza de los gastos, aunque el concepto debería ser fácilmente comprensible para todos. Cambiamos el escenario y eliminamos la llave, el portero, la placa y la plaza de aparcamiento asignada, ya que suponen un coste. Eliminando estos elementos, ¿puede un hombre entrar en una oficina, siempre que no sea un lugar público?

Sí, con unaaplicación. Esto permite abrir las puertas y cruzar las barreras, proporciona a los usuarios las credenciales necesarias para autenticarse de forma segura en la puerta, y muestra el número y la ubicación de la plaza de aparcamiento asignada cuando el usuario llega al edificio. Todos los elementos del escenario anterior ya no son necesarios, el hombre sólo necesita una única herramienta, el smartphone.

“CUALQUIER EXTENSIÓN, YA SEA DE LA PIEL, LA MANO O EL PIE, AFECTA A TODO EL COMPLEJO PSÍQUICO Y SOCIAL”.

(CUALQUIER EXTENSIÓN, YA SEA LA PIEL, LA MANO O EL PIE, AFECTA A TODO EL COMPLEJO PSÍQUICO Y SOCIAL).

MARSHALL MCLUHAN

Para entender mejor el cambio, hay que considerar el escenario en su conjunto y no sólo la aplicación en sí. Observamos los dos contextos y la distancia virtual que los separa. La tecnología de la información está llegando al mercado como una ola (dispersa entre: Proptech, IoT, Big Data, Analytics, etcétera), los que participen reducirán costes y acortarán distancias.

La oficina es un buen ejemplo, pero hay muchos otros contextos que están cambiando rápidamente hoy en día. Llevar la tecnología a los espacios en los que vivimos es una acción consciente de cambio, es una nueva forma de hacer negocios. La app (que funciona con tu smartphone, smartwatch o cualquier otro dispositivo) es un elemento físico de nuestro entorno, como las puertas y las barreras. Cuando los humanos entran, pasan a formar parte de un complejo interactivo que hace que el futuro sea cada vez más accesible.

Es el momento de pensar en grande, ya no en un solo edificio, sino en una red de espacios y zonas con diferentes usos preparados para albergar y apoyar diferentes actividades. Por un lado la facilidad de implementación y los costes muy bajos, por otro el poder de diseñar cualquier tipo de interacción. Desde una amplia red de oficinas con una lógica de reservas flexible hasta una oferta de servicios para clientes, empleados e invitados. ¿Cuál es el próximo negocio que se va a diseñar?