Hoy queremos compartir con vosotros un interesante artículo publicado en LinkedIn Pulse por Michele Frassini, In-Market Head of Sales & Operations, Consumer IoT at Vodafone.
En su artículo, Michele hace un interesante análisis de cómo pequeñas revoluciones en el pasado relacionadas con objetos cotidianos se han convertido en grandes hábitos de hoy en día: y así, al igual que ocurrió con el mando a distancia de la televisión, lo mismo ocurrirá con otros objetos de nuestra vida cotidiana que, una vez conectados a Internet, nos permitirán acceder a nuevas comodidades y simplificaciones.
Era el año 1925 cuando John Logie Baird construyó el primer prototipo de televisión “electromecánica”, que dos años después se convirtió en “electrónica” gracias a Philo Farnsworth.
En Italia, las primeras pruebas de radiodifusión tuvieron lugar en 1934, pero no fue hasta 1949, con Corrado (ed. Mantoni), cuando se iniciaron las primeras emisiones de televisión, que finalmente tomaron “color” en 1977.
Aquí, ahora levanta virtualmente la mano si tú, de mi generación o de las anteriores, has sido utilizado por tus padres, hermanos mayores, abuelos o tíos, como mando a distancia en dos patas para cambiar de canal o subir el volumen.
El mando a distancia del televisor, un pequeño objeto de plástico que contiene componentes electrónicos para manejar otro objeto, era ya, a su manera, un objeto de la IO que, aunque no estaba conectado a Internet, servía para controlar el tipo de información que quería recibir del éter.
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Desde sus inicios hasta la actualidad, la evolución que ha marcado este pequeño dispositivo cotidiano es increíble, desde los mandos a distancia “universales”, que en algunos casos también incluían controles de videograbadoras (de nuevo, para no dejar de ser vintage), a los de reproductores de DVD, decodificadores, hasta llegar a los modernos sistemas de domótica, o la funcionalidad de algunos smartphones que incluso permiten remediar la fatídica pregunta ¿Dónde está el mando a distancia? gracias a tenerlo siempre a mano.
Aquí también entra en juego el concepto de ecosistema: diferentes fabricantes que permiten que diferentes dispositivos hablen con un mismo instrumento.
Entre los ejemplos de interés mencionados por Michele hay algunos que ponen a Sofia Locks y sus productos en el punto de mira:
[possiamo immaginare] el portón que se abre cuando llega el coche pero sólo cuando conduzco yo (y no otra persona), el fontanero que llega solo si la casa se inunda, el servicio médico que atiende a los padres mayores si “ve” que no están bien, o el servicio de asistencia que llama y se pone en contacto en caso de accidente.
De hecho, todos estos casos de uso son posibles no sólo gracias a nuestra cerraduras inteligentes controlada por Bluetooth, sino también por el hecho de que el sistema de control de acceso de Sofia Locks está en la nube y fácil integración a través de la APIEsto permite hacer que una cerradura se comunique fácilmente con otros elementos de domótica de la casa, con la app del servicio de emergencias de fontanería o con los números de emergencia sanitaria.
El artículo original de Michele está disponible en: https: //www.linkedin.com/pulse/internet-delle-cose-allinizio-fui-il-telecomando-michele-frassini/
Puede encontrar más información sobre los productos de Sofia Locks en: http://www.sofialocks.com