Una entrevista con Maria Cristina Farioli, Directora de Estrategia Digital y Servicios de Consultoría de RED Living the Future.

En los últimos años, las cuestiones de sostenibilidad y digitalización han desempeñado un papel cada vez más crucial, ya que la situación sanitaria y económica impone nuevas normas y exige nuevos medios para hacer frente a los nuevos retos. En este contexto, la concienciación sobre las inversiones sostenibles y los criterios ASG ha aumentado y la tecnología ha surgido como una herramienta necesaria para permitir el proceso de evolución de la sociedad.

Maria Cristina Farioli, Directora de Estrategia Digital y Servicios de Consultoría de RED Living the Future, explica cómo la tecnología y las inversiones sostenibles se combinan para poner en marcha el proceso evolutivo de la sociedad. RED Living the Future es una PYME innovadora que propone el desarrollo de contextos urbanos de vanguardia, donde vivir encuentra una nueva dimensión que sitúa a la persona y sus necesidades en el centro. El modelo RED Living the Future combina e integra armoniosamente el sistema energético, la infraestructura digital, las características del edificio y los servicios para generar un contexto de bienestar vital.

Con Maria Cristina Farioli, recopilamos una visión global de los nuevos retos del mercado a los que tienen que hacer frente las distintas empresas implicadas, tanto para adaptarse a las nuevas circunstancias como para seguir con soluciones innovadoras. En este artículo, analizaremos las cuestiones anteriores e intentaremos aportar información útil para interpretar mejor este periodo de rápida evolución.

¿Puede la tecnología ayudar a las empresas a adoptar los principios ASG y las inversiones sostenibles?

La tecnología es un elemento esencial para permitir la adopción de los objetivos de desarrollo sostenible, un ejemplo es la eficiencia energética, es decir, los edificios inteligentes o smart building, capaces de adaptar y gestionar los sistemas, desde el control de acceso hasta el control de la temperatura, basándose en la recogida de información. Las soluciones inteligentes permiten comprender y analizar el consumo de energía y predecir qué acciones podrían optimizar el consumo energético. De hecho, estos sistemas facilitan el análisis predictivo, así como la intervención oportuna en caso de mal funcionamiento. De este modo, se reduce el consumo y se aumenta la eficiencia de las operaciones, logrando un mayor nivel de sostenibilidad.

En un contexto de sostenibilidad, los datos desempeñan un papel crucial: la recopilación e interpretación de los datos son fundamentales, ya que permiten controlar el consumo, comprender de cuánta energía renovable se dispone y cuánta habrá que crear y captar, para compensar el consumo con un análisis predictivo. Aquí es donde entra en juego la red inteligente, que, al recoger datos en tiempo real, optimiza la distribución de la electricidad.

Además, los datos también crean conciencia. A medida que se adquiere la información, se puede comunicar para concienciar a la gente sobre el consumo y orientarla hacia un comportamiento cada vez más sostenible.

La movilidad es otro elemento clave para abrazar la sostenibilidad. Así, la e-movilidad permite la distribución de energías renovables y posibilita el intercambio de energía. Esto se facilita mediante el uso de programas informáticos que controlan la distribución, lo que permite invertir en la regeneración sostenible del suelo para crear comunidades cohesionadas, reequipar el parque de viviendas y crear comunidades que favorezcan el bienestar de los ciudadanos y el medio ambiente.

Desde el punto de vista de la socialidad, ¿cuál es el impacto? ¿Cómo se puede crear un entorno en el que uno se sienta cómodo en términos de calidad?

Trabajar en el medio ambiente y las energías renovables es un primer paso para lograr el bienestar social. Además, esto también permite que se adopte la prosperidad económica, gracias a políticas sostenibles y de reducción de costes. Por lo tanto, la clave para acelerar y permitir este proceso es la tecnología.

En los últimos años se ha analizado con detalle el tema de la sociabilidad. Tras el suceso de la pandemia, muchas empresas se han comprometido a desarrollar y poner a disposición servicios y apps que puedan facilitar la sociabilidad, facilitando el encuentro, el intercambio de opiniones y la ayuda mutua.

Un ejemplo práctico es la aplicación UAF (You Are Family), desarrollada para aumentar la inclusión de los grupos de población mayores. Esto permite a las personas mayores relacionarse con los más jóvenes, charlar y hacerse compañía, y facilita el encuentro de dos generaciones, permitiendo la inclusión social.

Desde el punto de vista de la gobernanza, ¿cuál es el impacto? ¿Cómo podemos interpretar la adopción de los principios ESG?

Una estrategia muy buena en este sentido es dar una visión única de toda la gobernanza. En los sistemas de vivienda complejos que combinan energía, tecnología y servicios comunitarios, la creación de un sistema de gobernanza es fundamental.

Con RED Living the Future, hemos adaptado esta estrategia para recoger tanto las opiniones de los ciudadanos como las de los distintos proveedores. Esto permite, por tanto, una plataforma única y transversal que contempla todos los elementos que componen el barrio. Todos estos aspectos se gestionan y supervisan a través de indicadores clave de rendimiento, que permiten conocer la eficiencia y la eficacia de los servicios y el rendimiento del sistema de barrios, y permiten recopilar datos e información para controlar y facilitar el seguimiento de los objetivos fijados. En este contexto, los parámetros ESG forman parte y se miden constantemente.

¿Cuál es la diferencia entre los principios ASG y la inversión socialmente responsable (RSC)?

La ASG y la inversión socialmente responsable (RSC) comparten los mismos principios básicos de socialidad. Delimitar una distinción precisa es difícil, ya que los principios ESG aún no se han traducido parcialmente en la práctica real en el sector inmobiliario, y el mercado inmobiliario aún está tratando de adoptar una cultura digital.

La eficiencia energética es ahora la cuestión clave, después de años de elevado gasto es hora de regenerar los edificios antiguos, pero para ello se necesitan nuevas fuentes de energía. Esta necesidad está afectando al mercado inmobiliario en general y los principios ESG son directrices que muestran a las empresas cómo enfocar las inversiones sostenibles. Esta cuestión es de gran importancia sobre todo en el mercado italiano, formado por muchas pequeñas empresas que tienen dificultades, también desde el punto de vista económico, para adaptarse a las nuevas normas propuestas, sobre todo en ausencia de incentivos.

Por lo tanto, es necesario educar a las personas para que planifiquen correctamente las operaciones y midan los resultados. Sin la medición del progreso y los resultados, resulta complejo medir los objetivos y verificar que estamos en el camino correcto.

Por lo tanto, podemos decir que la RSE aborda los objetivos estratégicos de las empresas y su compromiso social, mientras que las métricas ESG medirán las acciones concretas que realizan las empresas.

Cristina, trabajaste durante muchos años en IBM e imagino que pasarte a RED Living the Future fue todo un cambio, ¿qué te impulsó a emprender esta nueva aventura?

Trabajé en IBM durante 30 años, la mitad de los cuales tuve la oportunidad de dirigir diferentes unidades, desde el marketing hasta la comunicación, desde el desarrollo empresarial hasta las ventas. En concreto, durante cinco años he seguido la estrategia y el desarrollo de las ciudades inteligentes, ¡he tocado nada menos que 380 de ellas! Esta experiencia me marcó especialmente y hoy, trabajando en el sector inmobiliario, representa una importante baza cognitiva. En IBM, pude dar forma a mi profesionalidad, asumir diferentes funciones, expresarme y abrazar mis aspiraciones al tiempo que mejoraba mis habilidades.

En RED Living the Future decidí asumir un nuevo reto y, al haberme enfrentado ya al mundo de las ciudades digitales, estaba preparado para esta nueva aventura. Tuve la oportunidad de realizar un proyecto desde cero, trabajar con un equipo de arquitectos e ingenieros y dirigir el diseño de los servicios digitales. Fue muy satisfactorio y desafiante poner en práctica los conocimientos adquiridos y poder aplicarlos al mundo real, el existente, que es muy disciplinado.

Otro de los retos que he emprendido en los últimos años es el de profesor universitario: desde 2017, me encargo del curso de Gestión y Organización en la Economía Digital en la Università Cattolica del Sacro Cuore de Milán. Aquí tengo la oportunidad de conocer e interactuar con los jóvenes, ayudarles a entender el mercado y las oportunidades que surgen. Me he dado cuenta de que los jóvenes de hoy están confundidos, no tienen ideas claras sobre las posibilidades que les esperan después de la universidad, necesitan práctica y menos teoría, necesitan enfrentarse al mercado laboral real, tener puntos de referencia con los que compararse. Mi misión es ayudarles a entender qué vías tienen a su disposición y cómo tomar el camino que han elegido, y todo empieza por escuchar sus ideas, con la ayuda concreta que intento aportar para ayudarles a entender cómo participar en el mercado actual. Hasta la fecha, he visto a varios antiguos alumnos lanzar su idea al mercado y conseguir recoger los frutos de su trabajo, y espero ver a más de ellos en el futuro.